lunes, 28 de marzo de 2016

LAS SALINAS DE POZA DE LA SAL

                                 LAS SALINAS DE POZA DE LA SAL Y EL DIAPIRO


PR-BU-67

Un recorrido sencillo por el interior del diapiro puede realizarse siguiendo el sendero PR-BU-67 “Las Salinas de Poza” que parte del singular conjunto formado por los lavaderos, la Fuente Buena y un pequeño acueducto atribuido a la época romana. En este punto se encuentra también una escultura de Félix Rodríguez de la Fuente, homenaje de los pozanos a su hijo más ilustre. Nada más comenzar, el sendero cruza el pequeño arroyo de La Torca encauzado en un tubo de hormigón y se dirige hacia las eras y las llamadas granjas salineras de Rusalado, uno de los últimos enclaves de toda la cuenca salinera en abandonar la producción allá en los años setenta. Allí, además del “Monumento al Salinero” pueden observarse varias eras para la cristalización de la sal, recuperadas con fines culturales y didácticos. El negro promontorio ofítico de El Castellar ya es perfectamente visible presidiendo el valle.
Ascensión al almacén de La Magdalena
Dejando a la izquierda el reconstruido “puente verde” por donde antaño pasaban las caballerías con su carga de sal, el camino asciende hacia Fuente Villa y los restos de la Ermita de la Magdalena, patrona de los salineros. A la derecha quedan las ruinas del antiguo almacén de la Magdalena donde en tiempos de plena actividad del salero se llegaban a guardar hasta 6.400 toneladas de sal a la espera de su comercialización. Durante todo el recorrido pueden verse restos de las estructuras aterrazadas de las salinas, chozas, pozos, canales y otras infraestructuras ligadas a la producción de sal.


Almacén de Trascastro

El sendero empieza girar rodeando El Castellar por el llamado Camino de la Nava, que entronca con la actual carretera BU-502 de Poza a Masa junto a las ruinas del almacén de Trascastro, que tenía capacidad para 3.350 toneladas de sal. El sendero toma y baja durante un kilómetro en paralelo a la carretera, aunque a nivel inferior a la misma. Es curioso observar cómo va cambiando la fisonomía del promontorio ofítico según el punto del recorrido en el que nos encontremos, siendo la visión desde el sur una de las más interesantes y curiosas del conjunto.







El camino cruza después la carretera en dirección al castillo de Poza. La fortaleza que hoy contemplamos, erigida estratégicamente sobre un peñasco, es del S. XIV aunque ya existían referencias a un castillo en un documento del año 965. El actual castillo fue levantado por los Rodríguez de Rojas, Señores de Poza, para defender tanto a la población como a las salinas. Posteriormente sirvió de prisión y también fue utilizado por los franceses en la Guerra de la Independencia. Su último servicio lo prestó durante las Guerras Carlistas, siendo posteriormente abandonado. El acceso al mismo se realiza por unas escaleras talladas en la roca que llevan a la puerta ojival de entrada. Desde la terraza superior se obtiene una magnífica vista, casi aérea, de los tejados de Poza, pudiéndose también contemplar la Bureba y la cuenca salinera.

Una vez visitado el interior del castillo y ya en la explanada,se toma un camino con una bajada a la derecha y bajamos por una pendiente hacia el pueblo,bordeando lo que queda del Palacio del los Marqueses de Poza.








Una vez llegado al pueblo por los depósitos de agua,y bordeando siempre la murallas podremos disfrutar de una población declarada Conjunto Histórico-Artístico,de su época medieval conserva  gran parte de sus murallas  y varias puertas que daban acceso al casco urbano, donde se  encuentran sus casa de adobes con entramados de madera.


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