lunes, 16 de marzo de 2015

SAN PEDRO DE TEJADA

                                                        SAN PEDRO DE TEJADA






La Iglesia románica de San Pedro de Tejada está situada en el pueblo de Puente Arenas, en pleno valle de Valdivieso, fundada en los años 850 aproximadamente, convirtiéndose en un foco para la repoblación de la zona.
 Perteneciente a las Merindades burgaleses. San Pedro fue un importante cenobio creado en el año 850 aproximadamente y fue un importante motor repoblador de la zona, llegó a ser sede episcopal durante largo tiempo lo que motivo que su radio de acción se extendiera incluso fuera del valle. Tras la desamortización de Mendizábal el cenobio pasó a manos privadas, en este caso a la familia Huidobro, que hasta la fecha siguen siendo los propietarios. La unidad, armonía y esbeltez de Tejada se manifiesta no sólo en su conjunto, sino también en cada uno de sus detalles. No perderse los canecillos, algunos de los cuales son representativos del románico erótico.

DETALLES DEL ROMÁNICO ERÓTICO




Esta bella portada se encuentra en la fachada occidental del templo, es la puerta de acceso principal a la iglesia. Esta formada por un arco de medio punto que consta de cuatro arquivoltas. La portada se cobija de las inclemencias meteorológicas mediante un pequeño tejado que se sustenta mediante ocho canecillos, cuatro de ellos están ornamentados con los símbolos de los evangelistas, el tetramorfos, los otros cuatro representan a unos ángeles. Debajo de los canecillos se dispone un Pantocrátor, al norte del Pantocrátor, izquierda del espectador, podemos encontrar una representación de la Última Cena, mientras al sur o derecha del espectador aparece una figura humana tumbada bajo las patas de un león.







Es una de las construcciones románicas de Burgos más bellas, completas y sugerentes, reuniendo mucho del románico burgalés antes de Silos, a la vez que el estilo internacional propio de las iglesias del Camino Jacobeo.
Situado en el valle burgalés de Valdivieso, fue el monasterio más importante de la naciente Castilla hasta que la Reconquista castellana hizo avanzar las fronteras, dejando a San Pedro un poco fuera de juego. Posiblemente se fundó en una fecha tan temprana como el siglo IX, aunque la iglesia que hoy se puede visitar data del primer tercio del siglo XII. En estos tiempos dependía del Monasterio de Oña, que se convierte en el gran monasterio regional, dejando Tejada a su sombra.


La obra de San Pedro de Tejada transmite perfección y saber hacer, un románico pleno, eminentemente simbólico, con un programa escultórico perfectamente integrado en la arquitectura y que no deja resquicio a la mera anécdota. Jaca y Loarre se encuentran inmersos e imbuidos también de este gran Románico, tan perfecto, que apabulla. 

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